miércoles, 27 de marzo de 2019

Identidad social e Identidad digital

Identidad social e Identidad digital

Identidad social


La identidad social se determina cuando las personas reconocen su lugar en la sociedad.

La identificación social permite que cada individuo pueda realizar un autorreconocimiento del lugar que ocupa en cada grupo social al que pertenece o se ha integrado y el porqué.

Así, pues, la identificación social ayuda a los individuos a reconocer cuáles son aquellos valores, creencias, estereotipos, gustos, grupo social, poder adquisitivo, prejuicios, género, entre otros aspectos, que comparten e incluso los diferencia de otras personas.


Partiendo de los grupos sociales de los que cada quien forma parte, la persona puede determinar cuál es su identidad social y cómo se asemeja o diferencia de los demás según los rasgos que comparte con el resto de los integrantes del grupo, los cuales, a su vez, la diferencian de los otros.


Al formar una parte tan amplia de nuestro autoconcepto, de forma irremediable, los grupos determinan nuestra autoestima. Recordemos que la autoestima es una valoración emocional-afectiva que realizamos de nuestro propio autoconcepto. Por ello definirse en base a grupos de alto estatus social supondrá una alta autoestima, mientras que quienes formen parte de grupos poco valorados socialmente, tendrán que utilizar estrategias de apoyo en la identidad personal para lidiar el decremento en su valoración.

La identidad social son los aspectos de la propia imagen que se derivan de categorías sociales a las que creemos pertenecer (Tajfel & Turner, 1986). Así, cuando nos definimos como hombres o mujeres apelamos a nuestra identidad social de género y, al hacerlo, las actitudes, normas y conductas propias de nuestro grupo social pasan a formar parte de nuestra identidad personal.

Las identidades sociales tienen ventajas que las hacen beneficiosas. Así, las identidades sociales cumplen funciones psicológicas básicas como la pertenencia, el carácter distintivo, el respeto, la comprensión o significado y la agencia (Fiske, 2000). Por ejemplo, la identidad social confirma que uno pertenece a un lugar particular del mundo social.

Al mismo tiempo, también nos indica a que lugares no pertenecemos. Nos indica que somos parecidos a otras personas que nos van a mostrar respeto, pero diferentes de otras. Además, la identidad social proporciona una visión del mundo compartida desde la que puede ser interpretado y comprendido.

Por último, la identidad social nos señala que no estamos solos ya que contamos con el apoyo y la solidaridad de otros miembros del grupo.

Uno de estos componentes es el cognitivo, compuesto por un conjunto de creencias acerca de los rasgos de los miembros del grupo. Estas creencias van a conformar el estereotipo (Operanio & Fiske, 2001), que se construye sobre un mecanismo de sobregeneralización grupal.

El grado de veracidad de estas creencias suele ser reducido, pero las imágenes estereotipadas se desarrollan y persisten en el tiempo debido a que satisfacen ciertas necesidades, como justificar las acciones y conductas hacia los miembros del grupo estereotipado (Hogg & Turner, 1987).


El componente evaluativo-emocional o afectivo consiste en una evaluación negativa del grupo y de sus miembros.

Existen tres factores que van a determinar la movilidad grupal y el grado de identificación con un grupo, estos son: la permeabilidad, la estabilidad y la legitimidad.
Respecto al primer factor, la permeabilidad, los límites de los grupos se pueden percibir como permeables o impermeables (Hirschman, 1970). Si un grupo es impermeable, como el género, los miembros no podrán moverse a otro grupo; mientras que, si el grupo es permeable, piénsese en el grupo político, los miembros podrán cambiar de grupo.


La estabilidad es la medida en que las posiciones de status son estables o variables (Tajfel & Turner, 2005). Si el estatus se percibe como variable, los miembros del grupo pueden tratar de realizar acciones para mejorarlo o mantenerlo si perciben amenazas. Cuando el estatus no se percibe como variable, los miembros pueden intentar salir del grupo y unirse a otro con mayor estatus si este es bajo.

Estas pueden ser la redefinición de las características del grupo, la competición con otros grupos o la creatividad social; esto es, cambiar las dimensiones en las que se compara el grupo, cambiar los valores asignados a los atributos del grupo o elegir un grupo diferente para realizar la comparación.

Como decíamos en la introducción, todos pertenecemos a grupos. Grupos que hemos elegido y grupos en los que nos han incluido. Grupos en los que estamos a gusto y grupos de los que desearíamos salir, en ocasiones o siempre.


De una forma o de otra, nuestras identidades sociales pasan a formar parte de nuestra identidad individual de un manera tan íntima que en muchas ocasiones es muy difícil establecer fronteras.





Identidad digital

También llamada identidad digital, es la revolución anticipada de la verificación de la identidad en línea utilizando tecnologías emergentes centradas al usuario tales como el standard OpenID o Microsoft Windows CardSpace. Se encuentra dentro de la teoría de la Web 2.0, donde enfatiza en un modo simple y abierto método de identificación en transacciones cuyo proceso es similar al mundo real, como por ejemplo una licencia de conducir.


La identidad digital es lo que somos para otros en la Red o, mejor dicho, lo que la Red dice que somos a los demás. No está definida a priori y se va conformando con nuestra participación, directa o inferida, en las diferentes comunidades y servicios de Internet. Las omisiones, al igual que las acciones, constituyen también parte de nuestra identidad por lo que dejamos de hacer. Los datos, por supuesto, nos identifican. También las imágenes, su contexto y el lugar donde estén accesibles proporcionan nuestro perfil online.

La capacidad de enviar y gestionar datos aumenta y el consumo informativo no sólo es ingente en empresas y en el ámbito comercial, sino que la cantidad de datos que un individuo genera, gestiona, edita o comparte cada día es difícilmente calculable . Ante la gran abundancia de información y de la sobreexposición a los demás, el individuo queda desprotegido. Es por ello que recientemente se ha reactivado el debate sobre la necesidad de formar a las personas en nuevas alfabetizaciones (Livingstone, 2004), informacionales y digitales, que se convierten en clave para los ciudadanos de hoy.

Los llamados nativos digitales son el paradigma de generación que utiliza de manera intensiva Internet. Es la generación nacida a partir de la década de los años noventa y que no ha conocido la vida sin la red, también se ha denominado generación Google, entre otros nombres.

 Es el conjunto de métodos para generar una presencia en la web de una persona o empresa en Internet. Esa presencia podría reflejarse en cualquier tipo de contenido que se refiere a la persona o negocio. Esto incluye noticias, la participación en blogs y foros, sitios web personales, presencia en Social Media, imágenes, vídeo, etc.

En inglés existen diferentes abreviaturas relacionadas:

Online identity management (OIM).
Online image management (OIM).
Online personal branding (OPB).
Personal reputation management (PRM).
Además, la Identidad 2.0, también llamada identidad digital, es la revolución anticipada de la verificación de la identidad en línea, utilizando tecnologías emergentes centradas en el usuario tales como el standard OpenID o Microsoft Windows CardSpace. Se encuentra dentro de la teoría de la Web 2.0, donde destaca de un modo simple y abierto los métodos de identificación en transacciones cuyos procesos sean similares al mundo real, como por ejemplo un carnet de conducir.

Por ejemplo, una firma que no gestiona lo que se dice de su marca puede verse muy afectada y entrar en una espiral de malos entendidos, perturbando al trabajo de muchos años por el poder y la influencia de según qué comentarios. Muchas empresas sufren cierta impotencia, ya que por primera vez en la historia no pueden controlar todo lo que se dice de ellas en la red. En la identidad 2.0, usar una identidad todo el tiempo puede llevar a la corrosión de la privacidad. Especialmente en los siguientes casos:

Es un tipo de página web. Este término inglés «blog» o «weblog» proviene de las palabras web y log ('log' en inglés = diario). Como un diario personal llamado bitácora o cuaderno de navegación, que es como se denomina al cuaderno del capitán de un barco. Los hay gratuitos y de pago, tanto para uso personal como profesional desde versiones básicas a muy completas. Los especialistas apuntan que se utilizan y se utilizarán cada vez más. Exige tiempo pero es rápido y nos lo podemos gestionar nosotros mismos. Con ellos aparecen las empresas que ofrecen el servicio de aportar contenidos por lo que podemos externalizar. Los más conocidos son Blogger y Wordpress.

La fecha de nacimiento, el lugar donde nacimos, la hora, etc. Sin embargo nuestra identidad es mucho más completa. Esto incluye nuestros gustos, aficiones,... también la define todo aquello que nos gusta, como el tipo de música, nuestras películas favoritas, el tipo de comida; todo esto confecciona un mapa de quiénes somos.

Los especialistas en marcas (branding) te dirán que todos somos marcas. Internet nos permite estar 24 horas on-line, ofreciendo nuestros productos o servicios. Imagina que eres un escritor o artista y tus libros u obras están a la venta durante 24 horas, los 7 días de la semana. ¡Fantástico!, ¿verdad? Tener una identidad digital también es rentable por el hecho de que cada vez más nos buscan por Internet.


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